domingo, 2 de marzo de 2014

CORAZON DE CARNAVAL (2DO. ACTO)








 
Todos los caminos condujeron a Bunge este sábado 1º de marzo. Una multitud calculada en más de 6.000 personas desbordaron una vez más las dos cuadras de la calle Europa, mítico escenario del carnaval bungense.
El duende del carnaval que se instaló en pueblo nacido a la vera del ferrocarril, hace más de cien años, cobró vida con fuerza y trajo a la segunda noche un componente que siempre fue su signo distintivo y que estuvo un tanto retaceada en la noche inaugural: La alegría. Esta vino de la mano fundamentalmente del aporte de los mismos vecinos disfrazados que lograron arrancar carcajadas y aplausos del público; Se agregaron al desfile del sábado anterior “La Pulpera de Santa Lucía y el Gaucho Espinaca”, un grupo de divertidos paisanos que se comieron a bordo un asado impresionante; el ingenio de un grupo encabezado por Ricardo Ponzio, que el año pasado impactó con su caracterización del Santo Padre. Esta vez trayendo al mismísimo fundador del pueblo, que, como decía “Jarri” desde el palco de locución, “se bajó del monumento para no perderse el corso”, acompañado de notables personajes de aquel pueblo naciente. La nota más alta, un año más, en materia de humor la volvió a poner Ciro Nicola esta vez caracterizando a “La Chiqui” Legrand acompañado de su mucama, un irreconocible Gustavo Ravel. Ambos hicieron estallar la risa a su paso y haciendo exclamar a muchos: “¡Esto es lo que vinimos a buscar!
Por supuesto que hubo mucho más, “Locomanía del Carnaval” con músicos agregados, hizo temblar las paredes con su poderosa batucada y “Vandakopa2”, fuera de toda parcialidad localista, volvió a asombrar con un estilo que, definitivamente es único. Una escuela de danzas volcada a la calle de un corso, poniendo de manifiesto que la belleza que brota de la danza, enciende la dicha en los corazones. Dos bellísimas carrozas con niños del jardín de infantes pusieron su gran cuota de gracia y de ternura: “Las Violetas” y “Las Minnies”. El ritmo y la sensualidad femenina  también fue aportado por “Pujai”, Bahía; Filhos da Acapú y “Suena mi ritmo” de General Villegas y el retorno de “Míster Banda” de Lincoln.
Una visita que despertó tremendas nostalgias y también alegría en todos fue la de los hijos de quien le da su nombre al palco de transmisión: Emilio Carafiello. Claudio; Darío y Orlando, el recordado “Pelusa”, radicados en Junín, llegaron al corso acompañado de un silencioso hacedor del carnaval por muchos años: Pedro Félix Carafiello. Orlando, siguiendo desde hace años la huella de su padre, se sumó al plantel de locutores para poner su poderosa voz y oficio, al servicio del corso de su pueblo.
La fiesta se prolongó más allá de las 2 de la mañana cuando llegó el ya esperado cierre de “Vandakopa2” en el cruce de la calle Europa con la Emilio V Bunge. Muchísimos que querían seguir reteniendo al duende del carnaval marcharon al gimnasio de Fútbol Club para bailar hasta la madrugada con la “Banda Perezosos” de Cañada Seca. En tanto a decena de colaboradores, otro milagro que provoca el carnaval, iban y venían con sillas y mesas al hombro y otros barrían la calle. En el aire quedaba suspendida la bella sensación de otro carnaval inolvidable donde ningún incidente empañó esta maravillosa cita de encuentro. Este es un acontecimiento anual que une y dispone para enfrentar otras cuestiones muy valiosas que requieren de tal vez la misma energía y identificación que los bungenses ponen en su carnaval para no perder la paz y la cordialidad pueblerinas que otros lugares ya han perdido casi definitivamente.

(Ampliaremos con fotos exclusivas en la Edicion de "El Aguacero" de Marzo)

 

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